EL TANATOPLACTOR
(Relato de 50 palabras)
Surcado por delgadas estrías, el rostro de María -más que los años transcurridos- delataba las huellas de su agonía interminable. El tanatopractor la recibió, y en silencio, se entregó con paciencia a su labor profesional. Una hora después, terminada su obra de arte, la expuso en un féretro de cedro.
LA EDAD DEL ALMA
(Relato de 100 palabras)
Apenas entré a la reunión, vi con sorpresa a mi hermano conversando con una mujer anciana. Sentí de golpe la impresión de haber vivido aquella escena. Alguien me distrajo por un instante, y cuando volví la mirada hacia ellos, habían desaparecido. Los busqué infructuosamente toda la noche y no los pude hallar. Tiempo después, hojeando un viejo álbum familiar, me encontré con una fotografía en la que ambos posábamos con Amalia, nuestra niñera. Mi hermano había muerto en su adolescencia el mismo día que Amalia. ¿Fatiga mental o vejez del alma?
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